La bata de cola es uno de los elementos más característicos de la moda flamenca. Detrás tiene una historia y peculiaridades que la han convertido en una prenda simbólica que ha formado y forma parte actualmente del vestuario de grandes artistas del cante y el baile. Este conjunto de circunstancias le han aportado un considerable grado de fama y su vinculación con la música folclórica española.
¿De qué hablamos en este post?
El origen de la bata de cola
Sin duda, resulta todo un espectáculo para la vista el movimiento hipnotizante de la bata de cola moviéndose en un escenario. Sin embargo, ¿sabías que no siempre se ha vinculado con el flamenco?
Los difusos comienzos en el uso de la bata de cola se remontan al final del siglo XVIII, como elemento en los vestuarios de la nobleza durante eventos en sociedad. A partir de finales del s. XIX y principios del XX, las bailaoras tomaron esta prenda en sus actuaciones, como fueron los casos de la Mejorana, Pastora Imperio o Antonia Mercé.
Con el paso del tiempo, la prenda ha ido evolucionando en su estilo. Inicialmente eran más pesadas y almidonadas. La dificultad que esta peculiaridad otorgaba al movimiento llevó a una reducción de la longitud y el peso.
Características de la bata de cola
Como ya hemos comentado, el peso y la medida de la bata de cola se ha ido reduciendo para facilitar el movimiento de las cantantes y bailaoras, gracias al uso de nuevos tipos de tejidos. En cuanto al estilo de las actuales, debemos destacar que existen toda clase de diseños, aunque todos ellos suelen aunar una serie de características comunes que vamos a enumerar:
- El tejido llega a ser muy variado, aunque se suele enmarcar en los de tipo almidonado, organdí, seda, nylon o simulación del papel.
- El número de volantes es muy variado, aunque haciendo una media a ojo podríamos hablar aproximadamente de 10 volantes en total, repartidos en la falda y la propia cola. Algunos de ellos llegan a ser removibles para adaptar todo el vestido según las circunstancias.
- En lo que respecta a la longitud, existen diversas medidas según las capacidades de la artista y la espectacularidad que le quiera dar a su movimiento. Claro está, que la bata de cola será más pesada a medida que amplía su largo. Lo más habitual oscila en un metro en total.
Diferencias con respecto al traje de flamenca
Aunque ambos vestidos son muy parecidos, existe cierta distancia entre la bata de cola y el traje de flamenca. Por lo general, el uso de la primera se enfoca principalmente al mundo del espectáculo, mientras que el segundo se viste de forma más generalizada en eventos populares como ferias y romerías.
En cuanto al aspecto técnico, las batas de cola destacan por incluir mayores elementos ornamentales y un talle más alto para permitir la movilidad. En cuanto a los bajos, también son algo más altos de tal forma que se vean los zapatos. Esta característica también surgió como medida para facilitar los pasos de baile. En cuanto a las mangas del vestido, los típicos de las batas de cola tienen menos volantes y detalles para que destaque la parte central y la cara de la artista.
Criterios para elegir tu propia bata de cola
Ahora que ya conoces la base de la bata de cola, llega el momento de elegir la tuya propia. Ten en cuenta las características que la hacen destacar y tu nivel de experiencia a la hora de usarla, pues puedes elegir entre las de tipo profesional si eres una gran experta o la semiprofesional si te estás iniciando en este mundillo.
Pasando al tipo de tejido, escoge aquellos que permitan la flexibilidad durante el baile y que sean de colores llamativos. La bata de cola debe ser sinónimo de alegría y luminosidad, así que debes tenerlo en cuenta antes de decidir el diseño definitivo.
Por supuesto, en Carmen Latorre te ofrecemos nuestros mejores consejos y la esencia más flamenca de nuestras batas de cola. Hemos diseñado numerosos modelos para grandes artistas. ¿Serás tú la próxima? ¡Pide cita presencial u online y lo veremos!
Foto de la imagen principal: Chema Soler
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